"Culpa al juego"
Esta semana en Dallas las cosas se han puesto difíciles para nuestros protagonistas pero antes vayamos con el juicio de Ann.
Los Ryland y los Ewing volvían a verse de nuevo las caras en los juzgados.
Bobby acude al establo donde se encuentra Emma para pedirla que perdone a su madre y la joven acude a prisión para visitar a su madre. Ya sabemos que su padre es como su Dios todo poderoso pero vemos que poco a poco la joven se va distanciando de su padre y acercando a su madre.
La verdad es que a mí este personaje me parece de lo más soso que hay, me recuerda a Lola Rhodes de Gossip Girl, sosa hasta decir basta. Parece que las han cortado por el mismo patrón a las dos.
Juez y jurado ofrecen libertad condicional a Ann ya que en realidad siempre ha sido la víctima. Es entonces cuando la madre de Harris pone el grito en el cielo. En serio, que alguien la meta otro tiro a esta señora. Es entonces cuando el juez se encarga de ponerlos en su sitio por todo lo que han hecho y que él mismo le dispararía en la misma situación y que aunque no le juzguen es culpable. Un aplauso por este hombre por favor.
Christopher acude a Drew para echarle en cara que su hermana lo ha dado todo por él y ahora trafica con mercancía robada. Es entonces cuando indagando se dan cuenta de que John Ross está detrás de todo el asunto.
Drew se va a declarar culpable para evitar la cárcel mientras Christopher investiga el contrato que tiene Elena con Sue Ellen y descubre una cláusula en la que puede perderlo todo por culpa de la trampa que le han tendido a su hermano. Ya sabemos que John Ross no ha podido salir más propio a su padre.
Y hablando de J.R., en este capítulo vemos como se nos vuelve un moderno de la vida con tablet y todo, esta hecho un tecnológico. Desde su propia habitación le manda correos a su hermano muy graciosos y vemos un gran acercamiento entre ambos pero a la hora de la verdad descubrimos que sigue siendo todo un montaje. Esos vídeos que parecían inocentes en realidad son un virus para destruir unas pruebas que tiene Bobby contra su hijo. Antes de que a Bobby le de tiempo a echarlo de la habitación ya se ha ido. ¿Dónde? Ni idea.
La parte que ocupa la segunda mitad del capítulo está compuesta por la trama de Vicente, uno de los malos de la temporada anterior. Antes de ser extraditado a Venezuela se escapa de la embajada y acude a Southfork con sed de venganza por la mala jugada por la que pasó por culpa de los primos Ewing. Los Ewing al completo se encuentran en el rancho, a excepción de Ann que estaba en el juzgo, y J.R, que ha desaparecido. Incluso Pamela estaba allí ya que acude para entregarle una ecografía a Christopher.
Vicente acude a por la patente para extraer metano de los Ewing y para que Christopher se la entregue decide apuntar a Pamela pero el pavo de John Ross grita y se decubre que los primos se han intercambiado las novias. Más bien es John Ross el que va a por las sobras de su primo, pero vamos a dejarlo estar.
Cuando el novio de Elena vuelve, Vicente decide llevársela como seguro pero Drew que lo ve todo apunta al secuestrador de su hermana y le mata.
Bobby y Sue Ellen caen en la cuenta que por separado tienen todas las de perder pero unidos como una gran familia son invencibles. ¿Reconciliación para todos los Ewing? Ni mucho menos. A la mañana siguiente, Sue Ellen acude a Ewing Energies junto a su hijo y éste anuncia que su madre es la nueva socia al tener las participaciones de Elena.
Bobby lo tiene claro, la familia de su hermano ha desatado la guerra y va a hacer todo lo posible por ganar.
La semana que viene os espero con la despedida a una leyenda de la tv, el final de J.R. Ewing. ¿Queréis descubrir qué pasa? El domingo un nuevo episodio en TNT España.
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