Susie y Marcus han decidido colaborar con el secuestrador ya que parece que tienen un objetivo común, desmantelar lo que la CIA le hizo a los soldados. No tardan en ir los dos agentes al lugar indicado y resulta que hay gente de la CIA dentro y no están dispuestos a salir a pesar de la supuesta fuga de gas, pero no les queda otro remedio. No nos sorprende que encuentren allí a Jonas y que sea el intercambio, pero no se lo ponen fácil ya que tratan de recuperarlo aunque les sale mal. A Gibson también le sale mal ya que no están dispuestos a cambiar a Jonas por Kyle o Amber, quieren a todos los rehenes. Pero un nuevo problema se cierne sobre ellos ya que los responsables del secuestro de Jonas también le quieren y parece que Meg está metida en el ajo, además fue ella quién le entregó a la CIA.
En el lugar donde están los alumnos retenidos las cosas han estado algo agitadas. Para comenzar, Ian se ha colocado y no se le ha ocurrido nada mejor que poner la música en todo el edificio gracias a un dispositivo bluetooth que ha encontrado. Cuando realmente saltan las alarmas es cuando uno de los soldados rescatados comienza a meter tiros por todas partes, y es que están ahí gracias a un plan para recuperar a los alumnos. Un plan que no termina demasiado bien ya que el soldado termina muerto y no es el único, gracias a que mató a uno de los secuestradores Kyle consiguió un arma, con tal mala suerte de que mató a su trabajador del servicio secreto porque estaba apuntando a Gibson. No nos queremos imaginar lo que pasará si algún día se entera de la verdad. Por suerte ahora parece que ha escapado junto a su querida BethAnn e Ian pero no tienen salida. Y qué decir del secuestrador pervertido que tiene gran fijación por Amber, a la que no ha dudado en buscar durante el tiroteo para darle su chaleco antibalas.
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