Rehenes ha llegado a su final de temporada y visto lo visto, puede que final de serie. He de confesar que el primer motivo por el que me decanté ver esta serie era por la aparición de Hilarie Burton, pero debido a su aparición bien podría haberme ahorrado verla. El segundo motivo fue que era una de las grandes apuestas para esta temporada, no sé muy bien en qué pensaron para decir eso porque ni siquiera el piloto era tan bueno, solamente interesante, y bastantes de los siguientes ya rozaban lo infumable.
Un reparto bastante conocido en Estados Unidos ha pasado totalmente desapercibido semana tras semana en este drama de la CBS, ya que la audiencia baja semana tras semana y en rara ocasión conseguí subir un poco, aunque ni por asomo se asemejaba a las cifras del primer capítulo, eso quedó para el recuerdo.
Para rematar un poco y para que viésemos que los secuestradores no eran tan malos, Ellen descubre parte de la verdad y se alían, así por las buenas como quién no quiere la cosa. Pero si eso no os parecía poco, resulta que la cirujana sufre el síndrome de estocolmo. Muy surrealista todo.
Pero para surrealista los hijos y es que tienen tela los dos. La mayor resulta que está embarazada pero del embarazo poco se habla, hasta que aparece el novio de la chica y por no tener muchas luces y entrar con una pistola termina muerto. Cosa que afecta a la adolescente los primeros minutos, luego parece que le da las gracias a la que se ha cargado al chico. Y del hijo que decir, resulta que es un camello y para colmo simpatiza con uno de sus secuestradores. Si llega a tener unos años más les vemos yéndose de copas.
Ya casi por la mitad de temporada vamos descubriendo que los que retienen a los Sanders son solo una pequeña parte de la misión "Matar al Presidente", detrás hay mucha más gente pero poco interesa esa historia que nos intentan meter con calzador. También conocíamos qué tenía que ver Nina en toda la historia, ya que se anunciaba que tenía gran relevancia para la serie, pero con toda la trama que se sacaron sin sentido quedó en un segundo plano donde solamente impulsaba a Duncan ha hacer todo lo que estaba haciendo.
El final es ese momento en el que parece que todo va deprisa y corriendo después de los largos capítulos de 40 minutos que parecían interminables en ocasiones. Un final en el que nos deja con Ellen confesándolo todo ante la Primera Dama y con el Presidente viviendo, aunque no sin recibir un justo merecido de su mujer, pero no nos queda claro el qué le hace. La familia Sanders luego resulta que va a vivir tranquilitos y felices, a pesar de que minutos antes Ellen quería el divoricio. Nina parece que también tiene un final feliz gracias a la Primera Dama y a Ellen. De todos los que estaban implicados en la misión parece que el único que es castigado es Duncan y porque se entrega por prometérselo a su mujer. Bueno, quizá Archer y el Coronel que son asesinados, pero luego tenemos a Kramer y Sandrine que parecen comenzar una historia de amor, pero ahí tenemos a muchos más que no pagan nada.
En resumidas, una serie que se hace demasiado pesada y que se recomienda ver en caso de que no tengas nada mejor que hacer, dentro de lo malo son 15 capítulos. Si finalmente deciden renovarla por una segunda temporada, cosa poco probable, ya se pueden poner las pilas pero bien para crear tramas y personajes bastante más interesantes que los de esta tanda de episodios.