"...Salvo cuando te persigue un oso"
Mientras que en el primer episodios las cosas han ido demasiado deprisa, el segundo ha ido bastante lento. Quizá un punto intermedio estaría mejor. A pesar de haber iniciado ella la aventura, ya que Jack quería finiquitar ese breve romance, ahora Sara pasa olímpicamente de su amante. Eso es algo que no le sienta bien a Jack, ya que ni el consuelo de su mujer hace que se olvide de Sara, tal y como pasó en el anterior capítulo pero con la otra pareja. Tan locamente enamorado parece haberse quedado Jack que incluso comienza a perseguir a Sara, se presenta por sorpresa en una sesión fotográfica de un parque. Ni siquiera el hecho de verla con su marido, encontronazo tenso y menuda manera que ha tenido el pobre McAllister de enterarse de quién es el marido, han hecho que se frene para pedirle una última cita antes de dejarlo todo atrás. Por mucho que duela, Sara decide dar plantón a Jack y prefiere irse con su familia, aunque algo me dice a mí que volverá a retozar con el amante.
Pero mientras Jack vive su aventura extramatrimonial también tiene trabajo: proteger a TJ. A pesar de que Thatcher ha mantenido a su hijo fuera del alcance de la policía, TJ decide presentarse voluntariamente para declarar, aunque Drew pronto se entera de que el hombre no está bien y además parece que le han manipulado para que diga mentiras, algo que le costó bastante a la familia. Aunque TJ consigue irse no dudamos ni por un momento que Drew hará todo lo posible por meter a Karsten entre rejas, y así es. No tarda nada en acudir a hablar con su tía para ver qué pasó aquella noche, y aunque Elaine se niegue, su tía la hecha para hablar y al final del día TJ es detenido.
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