"Un espetero-hostelero, una agonía rural
y unas gotitas de burundanga"
El capítulo que emitió por sorpresa TeleCinco el 30 de diciembre nos dejó con risas como nos tienen acostumbrados. Para comenzar, Lola tiene que tener un sueldazo porque sino no se explica cómo puede comprar el bajo y ahora alquilar el bar para Fermín, ni a Javi le cuadran las cuentas. Cuando Estela es despedida por sorpresa pronto quiere hacer su famoso fresquibiris en el Max & Henry, pero Enrique se pone pesado con tanta licencia y es la artista la que se tiene que encargar de conseguirlas. Tras limpiar el polvo de debajo de unas cuantas mesas, tal y como ocurrió para conseguir la licencia de obras, se echa atrás cuando la última de la larga cola es una mujer y por ahí está dispuesta a no pasar. Parece ser que su amante de la cuarta temporada le dejó un mal sabor de boca. En resumidas, que el bar ofrece espectáculos y un servicio de autoespeto. Nines se cuela por sorpresa como camarera fingiendo tener contrato por la cooperativa de los leones huevones y Fermín traga con ello. Cuando Estela, humillada por no haber conseguido ni un aplauso, le rompe una botella a un cliente, Nines se encarga de amenizar la noche con chistes, lo que no se podían imaginar los allí presentes es que iba a tener tanto éxito.
Por otra parte, Amador recibe una terrible noticia: Justi está a punto de morir. Lo que Amador ve como algo malo Maite lo ve como una buena noticia, ya que si su suegra estira la pata podrá heredar algo de dinero, y ahí es cuando vemos a Amador feliz y le importa tres pimientos que su madre esté a punto de morir. Una vez en Albacete vemos a ciento y la madre y pensamos que son vecinos pero resulta todos ellos son los hermanos de Amador, cuando oía que tenía tantos hermanos nunca pensé que serían 13, desde luego para ser el padre gay bien que le daba salami a la Justi. Y qué decir de ese hermano cura que pregunta por Nano con cierto deseo, no si ya dijo Amador que tuvo un lío con un monaguillo... Pullas por el aire ya que todos quieren el dinero, los que al final lo consiguen tras rebuscar son el hermano paralítico, que está así por una colleja de Amador, que luego resulta que no le pasa nada, todo era fingido, y los Cuquis los que encuentran el dinero cuando Justi muere. Pero cuando salen al salón al ver tanto revuelo por la muerte de la madre el dinero sale por los aires y la Justi resucita. Resulta que todo era una argucia para juntar a todos sus hijos, no sabemos para qué ya que los infla a collejas y nada más sabemos.
El que no está bien es Antonio, que aunque eso se sabía desde hace tiempo la demanda de divorcio le ha sacado aún más de sus casillas. Cuando el acto de conciliación no le gusta pronto piensa en localizar al ex del que huye creando un perfil falso en Facebook. El ex llega allí, que parece sumamente imbécil, y a Rebeca no le queda otra que fingir que Leo es su novio ya que pasa por allí. Lo que no se podía imaginar la abogada es que el single se iba a enamorar de ella rapidamente, tanto que le pide matrimonio y ella acepta, drogada por Antonio con la nueva droga de diseño que ve por los telediaros, claro está con la ayuda de Enrique ya que le convence para descubrir el número de su diosa pelirroja. Tan drogada va la nueva vecina que termina haciendo un trío con su ex novio y Leo, cosa que no le sienta bien cuando amanece totalmente en sí. Está claro que poco a poco a la abogada se le va pegando la locura Montepinariana porque sino pronto saldría pitando del edificio.
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