En este nuevo capítulo hemos visto un acercamiento entre Castle y Alexis después de lo vivido entre ambos en los dos últimos. No es que Castle haya ido a su hija para pedirla perdón, sino que ha sido ella quién ha ido a pedir su ayuda para resolver un caso.
La sentencia de un crimen cometido hace 15 años se ha hecho firme y el culpable va a ser ejecutado en los próximos tres días. Alexis ha seguido el caso durante los últimos meses y cree en la inocencia del sospechoso. Castle gustosamente ayuda a su hija, ya que eso supone un acercamiento entre ambos, aunque puede que al finalizar este trabajo vuelvan a estar como al principio. Juntos se van al pueblo del crimen y comienzan a investigar y revisar todas las pruebas, pero tras mirar y remirar Castle no está muy convencido de la inocencia que trata defender Alexis. Cuando un policía les insta a largarse y ha dejar que todo siga su curso, a Castle se le enciende la bombilla y comienza a ver que no tiene sentido que el sospechoso sea culpable. Pronto descubren que todo puede estar relacionado con las drogas, incluso que la víctima era algo ligera de cascos, pero en realidad daba clases de química, hecho que reafirma más el asesinato por drogas. Padre e hija descubren que en efecto todo aquello está relacionado con la fabricación de drogas y que uno de sus alumnos utilizaba las clases para engañarla, pero no lo consiguió. En una de las fotografías descubren los libros, y sobornando a la bibliotecaria descubren quién es el dueño del otro libro, que resulta ser nada más ni nada menos que el hermano del que pronto será ejecutado. Pero para sorpresa de todos, el sospechoso ya lo sabía, fue él quién descubrió en la escena del crimen a su hermano y ha estado ocultándolo todo este tiempo pensando que se podrían librar ambos por alguna otra razón, y no quiere que su hermano se intercambie por él. Puedes querer mucho a una persona, pero a la hora de saber que vas a ser ejecutado pueden cambiar las tornas, aunque en este caso no ha sido así. Cuando piensan que está todo perdido, Castle vuelve a revisar el vídeo de cuando la policía revisó la escena del crimen y descubren una pieza que no corresponde a la pulsera de la víctima. Con la ayuda de Lanie, de vez en cuando le da por aparecer, descubren quién es el verdadero asesino, el policía que les instó a largarse y dejar todo como estaba.
Fuera del caso y adentrándonos más en lo personal, Beckett, que también ha tenido su mini colaboración en este episodio dedicado a padre e hija, está algo dolida ya que Alexis ha pedido ayuda a Ryan, Exposito y Lanie, pero a ella no la ha llamado para nada. La inspectora sabe que es difícil entrar en la relación que han tenido Castle y Alexis durante todos estos años, pero quiere sentirse integrada. Aunque la pelirroja no le ha pedido ayuda en ningún momento, Beckett ha ofrecido su mano y en cierta parte a ayudado. Cuando todo el caso termina, Alexis acude a dar las gracias y Kate y vemos un acercamiento entre ambas, pero lo que está claro es que la chica no tiene ningún problema con la que será su madrastra, sino con su padre. Durante este episodio hemos visto un gran acercamiento entre ambos, con algún que otro ataque sobre los desprecios de Castle hacia Pi, y está claro que a pesar de lo que han vivido durante este caso aún quedan asperezas por limar.
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