"Desayuno con diademas"
Una sorpresa nos llevamos la semana pasada al descubrir que la serie tendrá 230 episodios en vez de 226, que era supuestamente el último de la serie, se ha ampliado cuatro más. Ante ésta noticia ya pensaba que comenzarían a dar alguna forma para ir preparando el final ya que solamente quedan 8, pero estaba equivocado. He aquí un capítulo con mucho relleno que se podría haber eliminado.
Tras los comentarios machistas de Mauricio y Simón, para que veamos una vez más que son una versión joven y otra más adulta pero iguales, las chicas han decidido ponerse reivindicativas con su glamur, están dispuesta ha decir adiós a los productos de depilación. Pero ya nos podíamos imaginar que no iba a durar mucho, la primera en venirse abajo es Soraya y posteriormente Eugenia. Con una barba considerable, Macu quiere volver a sentirse una mujer coqueta, que no croqueta, pero Paz se niega. Para ella es fácil, tira de escote y nadie se fija en ese pedazo de entrecejo que le ha salido, pero cuando la televisión quiere hacer un reportaje decide cortar por lo sano. Total, que la Macu luego se cabrea pero quiere quitarse tanto pelo cuanto antes. Vemos como Luisma se ríe de lo que tiene su ex novia entre ceja y ceja, pero ningún acercamiento más.
La afición de Mauricio por las putas es legendaria y decide quedar con una de lujo, interpretada por Mónica Estarreado. Sin saberlo, Simón liga con ella ya que le llama Pichabrava, apodo de Mauricio, y él se va con ella. Mauricio se cabrea pero decide no decirle nada, así luego se lleva el sablazo del siglo. Pero para que veamos que son un poco parecido, cuando Simón se entera decide hacer algo, fingir ser gigoló de lujo y que la diferencia de tarifas se resuelva con un último polvo. Aburrimiento en estado puro.
Soraya no puedo hacer nada sexy, cuando lo intenta se hace un esguince. Para que pase el rato a Chema no se le ocurre nada mejor que proponerle que haga diademas chorras, quién le iba a decir que él iba a ser el único cliente. Cuando Fidel ve que su padre antepone la gilipillez de su novia a la tienda pronto habla con Soraya, que lo radica todo. Las ñoñerías de Soraya parece no tener fin.
Aídita va a la confirmación y se enamora de Jesús, pero que Dios nos libre que caiga en esa farsa, es un niño de las clases. Como el cura la tiene entre ceja y ceja, Luisma y Barajas idean un plan para colarse y que se produzca un acercamiento entre ellos, ya que las clases que le dan con el Doraemon gigante no tiene los resultados esperados. Luisma se disfraza de cura y vemos como se las ingenia para dejarlos solos, donde consiguen acercarse ya que no hay nada mejor que hacer, pensaría el chico. Lo único que me ha gustado ha sido Luisma y sus toques humorísticos como cura.
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