Crónica Bienvenidos al Lolita 1x07

"En el alambre"

Las cosas se han aguantado durante mucho tiempo y ha pasado lo que tenía que pasar, han explotado arrasando con todo y todos. Para comenzar, Alfredo de bueno es tonto. Cuando se queda como encargado del cabaret todos tratan de sacarle provecho, o más bien dinero, ya que es lo que todos le piden y él duda pero acepta darles la cantidad que les pide. Sus debilidades en el cabaret ya sabemos que son Roxy y Norma, y si la semana pasada pasaba todo el tiempo con Roxy ya os podéis imaginar con quién ha estado durante éste capítulo. Cuando la señorita Norma, que de señorita tiene bien poco, se lesiona bailando, ahí está el caballero andante gallego en su rescate proporcionándole medicinas sin control ninguno. Virgilio y Reverendo se enteran y se ríen de que Alfredo vea humanidad en ella, por eso le compran un regalo ya que el otro no puede ir y le compran un conjunto de encaje, en vez del cuento de El Príncipito. Debe de ser que se siente mal por haberle regalado tal conjunto que decide llevarle al hijo  sin consultar ni nada, algo que ella no ve con buenos ojos y le insta a que lo eche. Pero de vez en cuando la mujer si tiene sus venazos sentimentales y acude a ver a su hijo, eso sí, disfrazada para que no la reconozca pero como el niño no tiene un pelo de tonto lo pilla todo.

La situación entre padre, hijo y rubia ya se ha hecho insostenible. Todos, a excepción de Camilo, se enteran del embarazo, pero no por mucho tiempo. Charo finge querer ir al ginecólogo para que en realidad vaya Fany, y cual es la sorpresa cuando se encuentran en la consulta a Camilo. Lo que me parece gracioso es cómo reconoce el chico a su ex novia, tapada y espatarrada, a saber porqué la reconoce... Y allí decide declararle su amor y ella confesarle porqué está allí. Pero por desgracia, Fany pierde el bebé. Pero como padre e hijo no saben nada de eso, Camilo le echa en cara a su padre todo y se lía a partirle la cara en pleno partido de fútbol. Ya veremos con qué nos sorprenden al final, aunque todo parece indicar que Camilo se quedará sin la rubia y tendrá que aguantar como se convierte en su madrastra.

La cosa entre Violeta y Cúper no termina de estar clara, la última es que ella le cierra la puerta en las narices y luego él oye como se ríe con Jota. El ex amor de la dueña del cabaret no tarda en preguntar a qué o mejor dicho a quién se dedica el barman, pero nadie tiene respuestas, ya sabemos que es un hombre misterioso. Le corroen los celos al ver como la chica de sus sueños se larga con el otro en la moto pensando que se van a dar amor, pero lo que pasa en realidad es que Violeta le ha estado dando clases para que se saque el graduado escolar. Al final, siguiendo el ejemplo de Camilo y Reverendo, Cúper se pone a repartir leches a Jota y él no entiende nada, pero no se queda quieto, hasta que al final todo acaba entre risas y con un beso. A ver si éstos dos se quedan ya quietecitos y en paz, pero para lo que queda...

Con tanto hablar de embarazos, a Virgilio parece que se le ha vuelto a despertar el instinto paternal y quiere tener un hijo, no duda en exponerlo en la cocina delante de Alfredo y Roxy, y ya sabemos como es el gallego que no se calla ni debajo del agua y comienza a dar su opinión y ponerse de parte de Charo, acto que trae consecuencias. En el partido de fútbol, tanta tarjetita para acá y para allá, Virgilio le cruza la cara al gallego y casi le hace que se trague el pito. Resulta que quiere un niño a toda costa y tanta marcha atrás era para algo. En resumidas, que Charo habla con Greta y resulta que quiere un hermanito a pesar de que nunca ha estado sola por el cabaret. ¿Tendremos retoño?