A Emily no se le han puesto las cosas fáciles esta semana y es que no ha parado de recibir golpes, metafóricamente hablando claro está. La muerte del padre Paul ha hecho que se enfrente a Daniel mientras que Conrad lo ve todo como una intervención divina para que no confiese sus pecados.
Para comenzar, tras ver como Emily cuenta lo que vio Daniel decide hablar con el policía que lleva la investigación y hablar en nombre de su prometida, con las mismas ella habla con la periodista de la revista para hacer una ficha presentación de él, algo que no trae nada bueno ya que decide contar lo del accidente que dejó paralítica a una antigua novia. Tras la bronca en la que Daniel no hace más que decirle a la rubia que todo lo ha hecho para fastidiarle se larga a un hotel, y las cosas no mejoran ni cuando ella le pide disculpas. Pensábamos que Daniel lo había hecho por mantener a salvo a su padre pero para nada, lo único que quería era protegerse a si mismo porque no quiere que los escándalos de su familia le salpiquen cuando está a punto de lanzar Voulez. Parece que Daniel está dejando de ser la sombra de su padre y poco a poco se va pareciendo más a él.
Mientras su hijo le protege, Conrad dice que él no era el que iba al volante y ni siquiera Emily puede decir lo contrario ya que no lo vio, ahora ve a la rubia como su ángel de la guarda. Hasta aquí todo bien ya que Emily puede manejar de alguna manera a Conrad, el problema viene cuando él descubre a través de los médicos que no tiene ninguna enfermedad mortal, sino que todo era causa del estrés y de la medicación. Ahora que renunció a su cargo de Gobernador no se le ocurre otra cosa mejor para ocupar su tiempo que ponerse a jugar a patriarca de la familia Grayson, cosa que no tendrá fácil ya que ni Victoria ni Daniel le soportan, mientras tanto la única que estaba de su lado hasta hace bien poco descubrió la verdad y se ha largado de la mansión, por lo que tiene una dura misión.
Por si pensabais que Emily había trabajado poco estábais equivocados, también ha tenido su ración con Jack. Como el camarero ni come ni deja comer no se le ocurre otra cosa que ponerse a investigar el coche del accidente cuando se entera de que está en el desguace. Allí se encuentra con Emily y podemos ver claramente tensión sexual no resuelta y pullitas por parte de él. Cuando Jack pensaba que ya tenía algo con lo que encarcelar a Conrad ya que el vídeo que graba demuestra que él era el conductor resulta que no vale de nada, Conrad era la víctima desde el principio ya que los frenos estaban trucados. Como ve que no puede hacer nada parece que se le enciende una bombillita y descubre el porqué Emily no quiere que vaya a la boda, pero resulta que él quiere estar allí para ver como se hunden los Grayson de una vez por todas. Vale que Victoria amenazó a su marido con que si se subía al coche sería lo último que haría, pero yo me decanto más por el petardo de Patrick. Pero vamos, que ahora Conrad se centrará más en Jack ya que Aiden, consumido por los celos que le tiene al descubrir que sabe la verdadera identidad de su amada, le dice a su enemigo que es el camarero el que lo ha causado todo. Por mucho que nos moleste su presencia aún vamos a tener Aiden para rato.
Y hablando de Patrick, anonadado me ha dejado esta semana. Mucho que le decía la semana pasada a Nolan que él iba por libre pero bien que le hemos visto como ayuda a su madre para conseguir lo que quiere. Resulta que Patrick vende un cuadro propiedad de su madre sin consentimiento y ella comienza a trabajar en la galería, pero cuando la dueña la trata como la chacha vemos que Victoria saca su mejor faceta y la pone de patitas en la calle a cambio de no denunciarla por el supuesto cuadro robado. Las trampas con su madre ha sido parte de su historia, y es que Nolan ha vuelto a la tecnología y descubre ciertas cosas del hijo misterioso de la reina de los Hamptons, aunque no sabemos el qué ya que no vemos de que habla la ex mujer de Patrick con el informático. Lo que si vemos es el beso que le planta Patrick a Nolan después de que el segundo se insinúe. Sin palabras, aunque esto más bien me suena a juego del despiste y espero que Nolan no caiga en él, aunque ya sabemos como terminan sus historias de amor después de Tyler y Padma...
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