Páginas

miércoles, 26 de febrero de 2014

Crónica La Que Se Avecina 7x11

"Un buzón de chivatos, 
un mayordomo en un Ferrari 
y la jeringuilla del doctor Trujillo"

Para La Que Se Avecina no hay rival, si era líder en la noche de los lunes con sus 10 primeros episodios de la séptima temporada, ésta nuevo en el que se trasladaba a la noche de los miércoles tampoco ha tenido rival, es más, ha mejorado los datos que hacía últimamente los lunes. A pesar de la gran audiencia, ha habido capítulos mejores en ésta temporada. Éste episodio se ha dividido en dos partes, la de los Cuquis y la del resto de la comunidad. También vimos tres fallos que tuvieron gran repercusión en twitter y tanto Alberto Caballero como su hermana Laura dijeron que se dieron cuenta una vez entregado el capítulo y no pudieron solucionarlo. Se trataba de una escena de Vicente en la que primero le veíamos llegar a la discoteca y justo después cenando con su familia. Pero bueno, nada de ésto supone un gran problema en el capítulo.



La parte de los Cuquis se centra en el nuevo trabajo que consiguen como internos en la casa de unos ricos.  Cabe decir que la mujer de la casa es Victoria (Juncal Rivero), aquella mujer de la que Amador fue chófer hace un par de años, puede que gracias a ello tengan trabajo. Pero como nada les sale bien a éste matrimonio no tardan en surgir problemas. Para empezar, el adolescente le tiene ganas a Maite y por unos cuantos billetes le enseña las tetas y le besa. Roza la prostitución pensaréis, pues eso no llega hasta que le paga por acostarse a pesar de que no quiere, pero tiene salami. La gran pasión de Amador son los coches y cuando el dueño de la casa le pide que cuide del Ferrari mientras está fuera del país no duda en sacarlo a pasear. Por desgracia, en la discoteca se lo roban pensando que se lo había dejado a un empleado. No tarda en proponer un robo en la casa del jefe, pero nada sale bien ya que pillan a Maite recibiendo mandanga y encerrándose en la habitación del pánico. Para rematar, Victoria casi les pega un tiro pero les salva el culo encantada de que les hayan robado el coche, ya que no es feliz en su matrimonio. Ni que decir tiene que se quedan nuevamente sin trabajo.



La segunda parte la componen el resto de vecinos y tienen tela. Cuando Vicente lee un artículo de un buzón para denunciar irregularidades vecinales y Leo suelta que son anónimas no tardan en recibir denuncias, todos menos Leo, por eso nos sorprendemos con el segundo fallo cuando en la resolución él recibe una carta con la sentencia sin haber sido investigado. Todos tienen lo suyo y no sabemos muy bien a cuento de qué vienen otras denuncias, pero el caso es que la inspectora llega a Montepinar. Interpretada por Carmen Balagué ya nos podíamos imaginar que tendríamos un guiño entre su personaje y el de Jose Luis Gil, donde en la predecesora interpretaban a los hermanos Cuesta en ésta han sido amantes en el pasado. Los vecinos se aprovechan de ello preparándoles una cita romántica, Fermín incluso ayuda inyectándole botox de la nueva clínica que ha montado en el bar junto a su querida Estela, pero la cosa no sale bien, él casi ni puede abrir un ojo por inyectárselo a él mismo y ella no despierta, ha entrado en coma. Gracias al doctor que contratan se descubre el misterio de las tetas de Raquel, y como tantas veces han dicho, son operadas y queda humillada. Aprovechando éste acto Antonio ve la oportunidad de retenerla hasta que pasen veinte días y no se pueda hacer firme la sentencia, incluso llega a congelarla en el camión, pero al final Enrique hace que despierte. Ya os podéis imaginar el paquete que les podía caer, pero un gran discurso por parte de Coque hace que se libren y nos quedemos sin saber quién denunció a quién ya que queman el maletín que obtenía las respuestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario