La sexta temporada de Castle finalizó con un impactante final, pero para llegar a eso antes tenemos que ver cómo ha sido el resto de la temporada. Como bien sabemos, la serie es un drama policíaco, por lo que siempre tenemos un nuevo crimen que resolver en cada episodio, salvo en el último de la actual tanda. Quizá lo que nos ha faltado ver durante estos 23 episodios ha sido uno con doble porque no nos valen los tres primeros en los que Kate estaba en Washington, pero ya no se puede hacer nada. Sus tramas una vez más han estado bastante interesante, quitando algunos capítulos flojos y aburridos, pero de esos tenemos en todas las temporadas y en todas las series, por muy exitosas que sean. Quizá lo que más echamos en falta en Castle es la parte personal, con la que le dedican a Rick y Kate estamos contentos, ya que son los únicos que tienen, pero tal vez tras seis años deberían ir pensando en crear tramas personales para otros miembros del reparto ya que hay seis personajes más, y sino pues darle más protagonismo en los capítulos.
Sus personajes una vez más han estado en segundo plano, dejando el protagonismo absoluto a Beckett y Castle incluso en las investigaciones policiales. Bien es cierto que durante esta temporada, inspectora y escritor, han estado prometidos, pero eso no quería decir que se hablara mucho de la boda, de hecho solamente se hacía bastante de vez en cuando y cobraba más fuerza conforme llegaba el final de temporada. Ya se habló en uno de los capítulos la fecha, pero al no concretar nada no nos esperábamos que el enlace tuviera lugar en mayo, de hecho no llegan a casarse porque Rick desaparece, porque lógicamente no ha muerto en ese accidente de coche. Ya les hemos visto de todas las maneras posibles, separados, con sus tiras y aflojas, en pareja, prometidos, el casado ya dejarlo para más tarde cuando el final de la serie esté cerca.
Pero detrás de esos dos protagonistas nos quedan otros seis personajes, porque la nueva informática no va en el saco por mucho que nos la hayan intentado meter con calzador esta temporada. Gates ya lleva tres años con nosotros, quién lo diría, su participación es casi nula y rara vez la vemos en más de una secuencia de más de tres minutos. Su predecesor Montgomery también era el jefe y era más amigable, pero parece ser que como Gates es como más profesional no la quieren mezclar tanto con sus subalternos, aunque ya hemos visto un lado muy humano de ella esta temporada y se ha implicado bastante para ayudar a Kate en el penúltimo episodio.
A otros que no mezclan mucho con la comisaría son a Martha y Alexis, pero ellas son más parte de la familia que de la policía. Sus participaciones nunca han sido grandiosas, pero si han estado más presentes en otras temporadas. Haberle colocado a Alexis un novio durante algunos capítulos es algo que agradecemos para ver la vena paternal del escritor, pero en cuanto rompieron parece que Alexis desapareció y rara vez la veíamos de nuevo. Lo mismo pasa con Martha, que su protagonismo y sus comentarios sarcásticos y teatrales han estado de lado esta temporada. Esperemos que con la próxima tanta de episodios tengan algo más de trama y/o protagonismo, aunque con lo que dedican para la parte personal en esta lo vemos difícil ya que no ocupa ni diez minutos, como mucho los cinco últimos.
De Lanie hay poco que decir ya que ha estado más ausente que nunca, no es que haya tenido un gran protagonismo a lo largo de la serie, pero sí ha estado más presente. Tuvo su gran momento al principio de la temporada gracias a uno de los casos, pero después de eso cayó en el olvido más absoluto y rara vez podíamos agradarnos con su presencia durante unos minutos. El dúo dinámico lógicamente ha estado más presente, por eso de que ayudan a Kate con el caso, eso sí, de profundizar en sus personajes nada de nada, eso es algo que queda para Beckett y Castle y tal vez debería cambiar tras seis temporadas.
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