"Tercio pelo azul"
Parece que a partir de ahora se van a poner las cosas tensas. La llegada de Bárbara y Enrique a las galerías no trae nada de tranquilidad, más bien todo lo contrario. Cristina no tarda en contarle a su cuñada lo del primer amor de Alberto y la nueva no tarda en deducir de quién se trata. Además es que no hay que ser un lince, las miraditas que se echan y la tensión sexual cuando están cerca hablan por si solos, pero eso es algo que Cristina no ha visto hasta que Bárbara la ha abierto los ojos. Para rematarlo no duda en decir que toda mujer tiene su cornamente, incluso ella misma que está esperando un hijo, puede que los próximos cuernos de Enrique lleguen cuando él se acueste con Patricia, ya que hay cierto tonteo, además ella no se queda atrás porque no tarda mucho en tontear con Mateo. En resumidas, que Bárbara le ha abierto los ojos a Cristina y no tarda en pillar a Ana y Alberto dándose besitos en la fiesta que ha organizado ella.
Pero es que si pensábamos que Enrique solo tenía lo malo de ponerle una cornamenta a su mujer embarazada estábamos muy equivocados, de hecho él y Bárbara son tal para cual. El hermano de Cristina ha llegado para ocupar el puesto de su padre en las galerías y no está dispuesto a que las cosas sean fáciles, de hecho lo primero que quieren es despedir a Raúl, algo que no quiere Alberto. No tarda en chantajearle con la famosa carta de Ana y vemos que padre e hijo son una fotocopia, por lo que Alberto no tiene más remedio que despedirlo. Pero aunque en un principio está hundido, ya sabemos que le han herido su orgullo y de eso tiene de sobra, el diseñador no duda en ofrecerse a trabajar gratis y cobrar solo si sus diseños se venden, algo por el momento va funcionando cuando la visita de la princesa sale en las revistas. Ya veremos que más cosas tiene planeadas el nuevo.
La parejita de los orgullosos parece que pasan por su mejor momento tras la defensa por el honor de Clara ante el productor de televisión. Pero como no podía ser todo felicidad no tardan en surgir unos problemas que terminan de nuevo con Clarita herida. Tampoco dura mucho la pelea ya que en la fiesta Mateo no duda en darle largas a Bárbara ya que a la que quiere es a Clara, de hecho se van juntos y tienen intención de hacer su romance público aunque algunos no lo vean bien.
Max sigue erre que erre con tener su aventurilla de amor con la jefa de las costureras. Aunque ella hace todo lo posible por tener al muchacho lejos él hace todo lo posible por estar cerca de ella, por eso no es de extrañar que engañe a uno de sus compañeros para ayudar a la tarea que tenía Doña Blanca para el otro ayudante. No tarda en acercarse, algo que la pone de los nervios, tampoco tarda en besarla y aunque vemos que está encantada y se va con las piernas temblando porque le ha gustado, ella le cruza la cara. Al final iba a tener razón Carmen cuando decía que la mujer de la que estaba enamorado Max no iba a negarse...
La que se niega a tener un hijo es Luisa, la gran sufridora de Velvet. La historia entre Don Francisco podría haber dado más de sí pero decidieron quitárselo de en medio y parece que no sabremos porqué estaba tan nerviosa Luisa cuando perdió su pendiente la noche que quedó con el cliente en aquel motel. No nos pilló por sorpresa que se quedara embarazada, nos lo esperábamos, además aunque Rita y Ana piensen que era de su marido todos sabemos que es de Don Francisco y por eso quiere abortar, porque sino lo tendría para que le recordara a su amado marido. Y como nada le puede salir bien a la muchacha, a pesar de que le hayan practicado el aborto nos esperamos que algo salga mal y al final tenga que tener al niño, porque sino no sería Luisa la sufridora.
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