Crónica Velvet 1x13

"Mentiras piadosas"

La serie será un éxito de audiencia semana tras semana, pero está comenzando ha aburrir. Mucho nos tememos de que si esto sigue por el mismo camino no comentaremos la segunda temporada, porque para dos capítulos que quedan por emitir seguiremos hablando de ellos.

El culebrón de Ana y Alberto parece no tener fin y la mayor parte de la atención recae sobre su no relación. Tras el descubrimiento que hacía Cristina en el capítulo anterior nos podíamos imaginar una gran bronca, un giro potente, pero nada de eso, lo único que tenemos es lo mismo de siempre y un nuevo daño colateral, Clara. Ahora que Cristina parece haber descubierto la verdad, Mateo finge ser el novio secreto de Ana para que nada se tuerza, aunque ninguna de las dos personas más importantes de Alberto se soporten. Ya que no hay que seguir ocultándolo, Cristina no duda en invitar a Ana a la boda, cosa que Mateo iba a hacer acompañado de Clara pero no, y encima para colmo Bárbara la incita a que cenen las tres parejas juntas, pero se queda en cosa de dos cuando ella se pone de parto. Un auténtico culebrón la vida de Ana que no sienta nada bien a Clara que se queda con el vestido ya comprado y sin una boda a la que ir.

Nuestra querida Luisa sigue sufriendo, si la relación de Ana y Alberto no cambia tampoco lo hace ella. Por si no hubiera poco malo quedarse embarazada de Don Francisco ahora tiene más. La pobre costurera ha decidido abortar y parece que todo va bien, pero nada de eso, se desangra y sus amigas no están cerca para socorrerla. La que si está es Doña Blanca, que no duda en ayudarla y llamar al médico. Y como no se podía haber quedado en un simple derrochamiento de sangre hay más, Luisa se entera de la peor manera posible que no podrá tener hijos nunca. Las desgracias le vienen una detrás de otra y sin pausa.

Doña Blanca está pillada por Max y como él se lanzó que mejor que vengarse un poco y ahora que no está Pedro ponerle a sustituirle. Ni que decir tiene que el dependiente se piensa que es un acto bueno para verle más y encima un pequeño ascenso aunque sea durante unos días, pero el trabajo es agotador ya que no tiene nada que ver con lo que hacía antes, además no está cualificado para el puesto, puede que por eso la haya pifiado y haya perdido el vestido de novia de Cristina. Y si la vida en las galerías no estaba ya de por sí demasiado agitada, Don Emilio recibe una carta de la madre de Alberto anunciando su regreso inmediato.