Agotador se nos hacía seguir algunas veces Betrayal, y es que una de la que iba a ser de los grandes estrenos por parte de ABC resultó ser un auténtico fiasco, a las audiencias me remito. si bien se estrenó con la acogida de más de cinco millones de espectadores a la semana siguiente pronto cayó a los tres y solamente en dos ocasiones bajó a los dos millones. Bien es cierto que la cadena decidió dejarla en antena, bastante fueron las series nuevas que fracasaron, por lo que decidieron mantenerla con la escusa de que iba a ser una serie de temporada única, pero sabemos que si hubiera tenido éxito no habrían dudado en renovarla.
El inicio de la serie bien nos recordaba a Revenge, dejándonos una escena que se descubría una vez la serie avanzase, y en ocasiones se hacía eterno. Había veces en las que costaba seguir la trama porque todo iba demasiado lento mientras que en el primer capítulo todo había ido a la velocidad de la luz. La historia de amor iba a toda velocidad mientras el resto de personajes seguía a sus temas como si nada. Drew iba a piñón contra el todo poderoso de Chicago y no tenía ojos ni para atarse los zapatos, Elaine iba a su bola completamente y lo único que parecía importarle era querer estar lejos de su padre, de hecho no sufrió mucho por la aventura de su marido, pronto se echó ella un nuevo ligue. Si bien el hijo de Sarah y Drew no tenía mucho protagonismo debido a su edad, los de Jack y Elaine si que la podrían haber tenido, pero para qué, un par de escenas destacadas y punto.
La elección del reparto no estaba mal, de hecho todos encajaban a la perfección con sus personajes y no es que se centraran demasiado en tramas secundarias, decidieron crear lo que querían y no se andaban por las ramas. Quizá los que menos concordaban eran Thatcher, ya que tenía menos expresividad que un caracol, al igual que Elaine pero ella siempre estaba de florero. El actor que interpretaba a Victor daba pena verlo, no queríamos verlo ni en pintura pero ahí estaba, teniendo cada vez más protagonismo, gracias a que era poco, según se acercaba el final.
Y menudo final. Si tan claro tenían que no iban a renovar la serie ya podían haber planeado un cierre en condiciones, y me refiero a la escena final. El último capítulo lo van estructurando para ver que sucede con los personajes principales, menos Elaine, y nos queda claro qué sucede con cada uno. El problema lo tenemos al llegar a esa escena final en la que no queda claro con quién se queda Sarah, aunque nos imaginaremos que el hombre que acude al restaurante es Drew y se han mudado a Washington como una familia feliz, ya que Jack pareció darle la patada. Desde luego lo que nos queda claro es que no la echaremos de menos a pesar de que nos hayamos entretenido viéndola.
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