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viernes, 28 de marzo de 2014

Crónica Aída 10x28

"Cheque-cheque bang bang"

Parece que se pusieron las pilas para los últimos episodios de la serie y eso se ha notado bastante, ya que los primeros capítulos de la temporada eran bastante flojos. Sin duda alguna, la mejor trama del capítulo de ésta semana ha sido la que concierne a Paz. Simón ha cumplido su promesa de ayudar a su hermana a recuperar a Luisma y está cumpliendo. Insinuarse al amor de su vida no es tarea fácil, ya que el mayor de los García no es que las pille al vuelo y encima está la familia al lado, por lo que mejor quedar en la tetería con la excusa de que la empresa de limpieza acuda al local. La sorpresa se la lleva Paz cuando después de colocar cosas para que Luisma recuerde la relación que tuvieron la que aparece es Macu. Cuando Simón ya no aguanta más porque está a punto de violarle lo confiesa todo y la de pueblo como tiene buen corazón llama al su amigo para que acuda. Es entonces cuando le vemos recordar todos los buenos momentos que han vivido, incluso ese bailecito tan gracioso, y le confiesa que ella es su primer gran amor. A pesar de todo, Luisma se va a ir de viaje para intentar solucionar las cosas con Ainhoa, ya que solamente discuten. Es entonces cuando Paz decide entrar en acción y escribirle una carta a su amor para que la lea antes de coger el avión y decida volver, pero por desgracia se queda totalmente hundida cuando Luisma no regresa.


Chema ya hace tiempo que roza lo patético y ésta semana encima ha sido por partida doble. Para comenzar descubre a su hijo como entrenador de voleibol, cosa que Fidel ha mantenido en secreto para que su inminente madrastra no le coloque a la niña. El tendero promete no decir nada pero teme que Soraya sepa la verdad y al final lo suelta, a si es que allí que tiene Fidel a la niña aunque no la saca a jugar, algo que disgusta a la mayor de los García y decide organizar su propio equipo para darle una paliza a Fidel. Claro está que ni Peter quiere jugar, a si es que se pone a pagar y cuando ya no le queda dinero que mejor que recurrir a Eugenia y a la Junca. Como el hijo de Chema tiene buen corazón le pide al árbitro que las deje ganar, pero como Aidita juega tan sumamente mal pues Soraya decide dejar a su hija en el banquillo a pesar de que todo viene por ella. Es entonces cuando Fidel decide que sus chicas le den una paliza al equipo de su madrastra para darle una lección. Soraya ya cansa un poco con esa actitud de niña pequeña, mejor la actitud madura que tenía cuando llegó pero eso a estas alturas ya es imposible.


Lo de que Simón y Mauricio son parecidos es algo que no viene de nuevas y en éste capítulo por fin les hemos visto hacer una fechoría juntos. Cuando encuentran el anuncio de que devuelven una cartera con una gran suma de dinero ambos la quieren, pero resulta que la que la tiene también tiene una foto del dueño, a si es que se les ocurre mingunear a Chema que es el que se le parece. Ambos fingen hacer una película para que recupere la cartera sin que se entere y todo va como la seda, hasta que a la hora de la verdad tropieza y quiere repetir la escena, cosa que mosquea a la mujer y se larga, pero por suerte para los otros dos, Chema no descubre qué pasa en realidad, parece mentira que sea el listo del barrio...

Sin pena ni gloria han pasado una semana más Jonathan y Barajas, aunque lo del segundo es de agradecer. Cuando Macu le deja a Luisito a Jonathan para que lo cuide, éste se lo deja a Barajas ya que le ha salido plan. Resulta que hay un nuevo contenedor de ropa para los necesitados y más necesitado que Barajas en el barrio no hay nadie, a si es que el pequeño termina en el contenedor y luego ambos se las tienen que ingeniar para sacarle. Para eso es para lo que han dado de sí lo poco más de sesenta minutos.

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