Ocho semanas después de ver el cuarto capítulo por fin hemos podido ver cómo continúa la historia y la verdad, las cosas comienzan a ponerse realmente interesantes, menos mal que no decidieron cortar justo cuando se emitió éste capítulo. Sarah y Jack han decidido alquilarse un apartamento para tener allí sus encuentros sexuales. En uno de esos encuentros Sarah quiere hablar de temas familiares y se va un poco de la lengua, haciendo que Jack descubra el micrófono oculto y entiende porqué le salieron mal la noche anterior los trapicheos familiares. Pero claro, Sarah de eso no sabe nada y sigue en sus trece de conocer un poco más acerca de Jack, a si es que decide ir al restaurante de Elaine y, casualidades del destino, ésta la da a probar un nuevo aperitivo y tienen una conversación algo incómoda para la amante. Y un amante es lo que se puede echar la mujer de Jack ya que el cliente muestra un cierto interés por ella y su marido cada vez va más a su bola, de hecho se ha metido en una pelea por intentar proteger a su hijo por la paliza que le metió hace unos días.
El que va por completo a su bola es Drew, que no deja de hablar del caso contra Thatcher y pasa olímpicamente de lo que le dice su mujer. Él se dedica a acabar con el hombre todo poderoso de Chicago y qué mejor que seguir sacándole algo de provecho a Brandy, que la persigue a todas horas para que le haga un favor, pero no de los que ella ofrece. Como todo lo importante para Drew parece ser el trabajo decide llevar a Sarah a la fiesta que organiza su jefe y es allí cuando ella se derrumba y tienen que volver a la casa, donde aprovecha el marido para mirar las fotos que les hizo antes el hijo y descubre una en la que sale ligerita de ropa, justo la foto que tiene Jack. ¿Habrá visto más fotos? Creemos que no pero desde luego debe de pensar que se las ha hecho algún amante. El que parece no temerle a nada a pesar de que vayan a por él a saco es Thatcher. Después de que su negocio de la noche saliera mal qué mejor que seguir los consejos de su yerno y borrar todo lo de los ordenadores para que no haya rastro de ninguna actividad ilegal, que parece ser lo único rentable que tiene la empresa. También se tiene que encargar de su hijo TJ e ir a rescatarlo al taller dónde trabaja, ya que piensa que se están aprovechando de él, y a pesar de que le hace caso a su padre luego vuelve para trabajar, porque es una buena persona, cosa que no se puede decir del otro empleado que parece tener fines ocultos. Por si fuera poco, también se tiene que enfrentar a Brandy, que llega encubierta para grabar que hizo una confesión falsa y él va y le pide que se desnude ya que para eso es prostituta, cosa que si hace desvela todos los cables que llevará colgando. Vamos que no se ha caído de un guindo el hombre éste y Drew va a necesitar mucho trabajo para conseguir derrotarle.
El que parece no temerle a nada a pesar de que vayan a por él a saco es Thatcher. Después de que su negocio de la noche saliera mal qué mejor que seguir los consejos de su yerno y borrar todo lo de los ordenadores para que no haya rastro de ninguna actividad ilegal, que parece ser lo único rentable que tiene la empresa. También se tiene que encargar de su hijo TJ e ir a rescatarlo al taller dónde trabaja, ya que piensa que se están aprovechando de él, y a pesar de que le hace caso a su padre luego vuelve para trabajar, porque es una buena persona, cosa que no se puede decir del otro empleado que parece tener fines ocultos. Por si fuera poco, también se tiene que enfrentar a Brandy, que llega encubierta para grabar que hizo una confesión falsa y él va y le pide que se desnude ya que para eso es prostituta, cosa que si hace desvela todos los cables que llevará colgando. Vamos que no se ha caído de un guindo el hombre éste y Drew va a necesitar mucho trabajo para conseguir derrotarle.
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