"Los restos del naufragio"
Hace ya algunos episodios en los que Velvet roza el aburrimiento y no parece mejorar. Nos quieren vender la historia de Ana y Alberto a toda costa, pero lo que realmente nos interesa desde hace tiempo son los personajes secundarios, ya que esa historia de amor ha ocupado mucho tiempo y en los primeros episodios pasaba pero tras diez no convence tanto como al principio. Tan poco convence que Alberto parece que ya se ha cansado de los vaivenes de Ana y ha decidido pasar la noche con su prometida, cosa que descubre la costurera. Pero como bien hemos dicho, parece que se ha olvidado, porque ni mucho menos. Don Gerardo descubrió la carta de Ana y está dispuesto a finiquitar el compromiso de su hija con el dueño de las galerías, pero Alberto parece que sigue queriendo a Ana y le pone un gran precio a ese amor, poner como socio de las galerías a su inminente suegro con tal de que no se vaya de la lengua. Un alto precio que está pagando mientras la historia se prolonga en un sinsentido aburrido.
Uno de los personajes que tampoco termina de encajar es Raúl de la Riva, el diseñador extravagante. Aunque vimos como la presentación de su desfile triunfaba a la hora de la verdad es todo un desastre, ya que no pasa nadie a comprar ningún traje y solamente se quedan en el escaparate. Pensamos que podría estar promovido por Doña Gloria, pero no, es más ni siquiera aparece en el capítulo. Todo se debe a que la ropa es para gente joven y los padres no están dispuestos a ver a sus hijas con esas vestimentas. Pero como todo no podía ir tan mal pronto entran clientas, pero descubrimos que son amigas de Cristina que parecen estar haciendo un favor. En resumidas, clientas para engordar el gran ego del diseñador pero que puede hundir las galerías que tanto le están costando a Alberto.
Los que si que nos gustan bastante son Pedro y Rita y esperemos que vayan cogiendo más peso en los próximos capítulos. Si bien los veíamos en un período de tiempo como una familia feliz junto a Manolito eso se terminó, la madre del niño ha llegado de nuevo para llevárselo nada más ni nada menos que a Alemania. Dispuesto está Pedro a irse y a llevarse a Rita, ya que hasta el niño les veía como una pareja mientras no soportaba mucho a Clara, pero la costurera le hace entrar en razón entre copa y copa. Un gran momento vivimos cuando el de las ovejas, perdón el de los paquetes que no estamos viendo Heidi con Clara de fondo, se lanza a besar a su ex cuñada. Esperemos que la relación entre ambos avance ya que parece que el chico está comenzando a sentir algo por Rita y ella está enamorada de él. Ésta historia de amor nos llama más la atención que la de los protagonistas.
Las que nos llama en menor medida es la de Clara y Mateo, ya que parece un tira y afloja aunque en menor medida que los dos protagonistas. Mientras el se quedó sin palabras cuando la vio en el desfile, Clara está dispuesta a ponerle las cosas difíciles ahora que ha encontrado un admirador y así no mostrarse enamorada del subdirector. Esto es algo que no le gusta a Mateo, ya que se pilla una borrachera de cuidado mientras espera a que su Clarita con experiencia llegue de la cita con su admirador. Un vividor que puede sentar la cabeza con la alocada Clara.
Si no nos gustaba demasiado la relación entre Ana y Alberto de la de Max y Doña Blanca ya ni hablamos. Si hace un par de capítulos veíamos como Carmen se quería largar, querer estar cerca de Max la hizo quedarse pero ahora que ha visto que al dependiente le gusta más la madre no hay marcha atrás, o sí. El puesto que rechazó lógicamente ya ha sido cubierto, por lo que no le queda otra que soportar quedarse allí aunque milagrosamente le sale otro puesto de última hora en Barcelona y se larga, contándole a su madre que siente que la mujer de la que está enamorado Max se va a fijar en él. Lo que nos faltaba por ver, esperemos que si el tendero se lanza le corte Doña Blanca pronto las alas, aunque nunca sabemos... Demasiado amor estamos viendo en lo que se suponía que era una comedia con unos primeros capítulos dramáticos.
La gran sufridora de la serie no ha tenido mucho tiempo para el amor. El chantaje de Don Francisco le pasó factura y tuvo que ver como su marido moría. Aunque ha sido recompensada con la extraña muerte del cliente de las galerías. No tardamos en pensar que ella se lo cargó cuando fue en el capítulo anterior a reunirse con él, además la vemos bastante tensa ya que ha perdido uno de los pendientes y no lo encuentra por ninguna parte. Lo único que le falta es regodearse ante Doña Cayetana pero vemos como la mujer estaba deseando la muerte de su marido ya que no le soportaba. Otra sospechosa ante la muerte de Don Francisco. Nos quedamos sin saber porqué estaba nerviosa Luisa y qué pasó en aquella habitación, ya que en cuanto Ana encuentra el pendiente parece que la costurera se relaja. Una trama que podría haber dado para algunos capítulos más ya que Luisa juró venganza por la muerte de su marido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario