"El día después"
Después de ver semana tras semana cómo la relación de Alberto y Ana se iba convirtiendo en una relación demasiado azucarada, tras la visita a París las cosas no están en su mejor momento, aunque sorprendentemente eso le pasa al resto de habitantes de las Galerías. Visto lo visto, Ana le ha pedido un tiempo de reflexión a Alberto para que piense con quién quiere estar, ya que Cristina siempre está de por medio, cosa lógica se mire por dónde se mire, para algo la Otegui es la prometida y Ana simplemente la amante. Sin quererlo ni beberlo, y gracias a Rita, la costurera conoce a un hombre con el que hace muy buenas migas y esperemos verle más ya que por lo menos a mí me gusta más la pareja que hace con Antonio, aunque está claro que eso tarde o temprano desaparecerá. Pero nosotros no hemos sido los único que hemos visto a la pareja, Alberto también les ha visto frente a las galerías y puede que haya tomado una decisión...
Por si fuera poco lo que le pide Ana, Alberto ha tenido que hacer frente a un chantaje, como no, por parte de Doña Gloria ya que es la única manera que tiene de callar al hombre que la chantajea con Cuba. Ana no es que sea un gran apoyo, pero para silenciar al extorsionador habrá que pagar y como no hay dinero, a no ser que sea para irse a París, decide pagar con el de las nóminas, a pesar de que Don Emilio se opone pero no le queda otra que ceder. Sorprendentemente, al descubrir el motivo que tiene Alberto para posponer las pagas sabe quién está detrás de todo y no tarda en ir a casa de Doña Gloria para recuperar el dinero, no vaya a ser que se vaya de la lengua y revele que la madre de Alberto está viva. Sorprendidos nos quedamos con ésta revelación, está claro que el tío de Ana sabe bastante de todos los habitantes de las Galerías, eso no hay quién lo discuta.
Rita se ha visto en vuelta de nuevo en los líos amorosos de su hermana con Pedro. Sorprendida se queda Clara al descubrir que su hermana también sabía lo de la pedida, pero ella anda con la mosca detrás de la oreja pensando que su querido Pedro se la está pegando con la ex novia, pero lo que en realidad pasa es que le ha encasquetado al niño para que viva con él. A si es que sin saber lo que pasa en realidad no se le ocurre otra cosa que cortar con él, más que nada para poder tener al fin su romance con Mateo que es lo que viene queriendo desde hace tiempo. Pero el hecho de tener que ocultar al niño le trae problemas a Rita, ya que cuando parece que conoce a un chico con el que conecta tiene que irse para ayudar a su ex cuñado, el hombre de su vida.
Salvar a su marido es algo que le ha salido realmente caro a Luisa, aunque no haya tenido que pagar ni una peseta. Boquiabierta se queda al ver a Juan, al que por fin le hemos podido poner rostro, en las Galerías. Resulta que le han dado el alta, pero no, ahí está Don Francisco para aclarar los asuntos y revelar que el hombre continúa enfermo y ha pedido el alta voluntaria. ¿Que por qué? Pues bien sencillo, porque como ella se fue de la lengua con su mujer, a pesar de que ya lo sabía todo, él decidió contarle a Juan lo que había hecho la costurera para que él estuviera sano, algo que no iba a permitir aunque le costase la vida. Ya veremos como se soluciona éste tema que desde luego tiene tela que cortar.
La revelación de Max ha hecho enfermar a Doña Blanca y ha hecho que Rita se ponga al mando del taller, cosa que ha cogido con gusto eso no se puede negar. Las palabras de Emilio han calado hondo en la jefa de las costureras y ha decidido contarle la verdad a Carmen, revelándole que tuvo un hermano, y deducimos por las palabras del sabelotodo de las Galerías Velvet que ese hijo pudo ser fruto de una aventura con el jefe de las galerías. El que no es hijo ni es nada es Max, que está ahí erre que erre con intentar ayudar a Doña Blanca diciendo que ella ha sido la única figura materna que ha tenido, algo que revienta a la mujer y no sabemos cómo no le ha soltado un bofetón después de dejarles encerrados en el ascensor.
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