Susie ha recibido su primer mensaje pero de poco les ha servido ya que, aunque duda, no duda en enseñárselo a Marcus. Además los agentes del FBI han tendido una trampa a uno de los secuestradores y no tardan en seguirlos. Lo que no le encaja a la pareja es cuando para en la gasolinera a si es que no dudan en desobedecer e inspeccionarlo todo, pero no hay nada. Por suerte para ellos Koz sale más tarde y deciden seguirlo. Resentido y tras una gran pelea, Marcus no tiene otra que dejarle escapar si quiere salvar a uno de los alumnos. Mayor sorpresa se llevan al descubrir a qué había ido a ese lugar y descubren todos los archivos que tenía el médico sobre lo que hacían los soldados. Ni cortos ni perezosos acuden al salón de actos para ponerse en contacto con él líder ya que ambos saben lo que han estado haciendo los altos mandos.
Ni corta ni perezosa, Meg va por libre y ya sabemos porqué, y es que la madre adoptiva de Amber está metida en el ajo de lo que le pasó a los soldados. Acude a hablar con el director de la CIA para ver hasta dónde está metida y ella financió los medicamentos que volvía a los soldados sin escrúpulos y mataban a inocentes como entrenamiento. Parece que el director tampoco tiene escrúpulos y necesita algo a cambio de darle el nombre del secuestrador a Meg, parece que ya son pocos los que no saben quién está al mando. Pero para ello la rubia tiene que entregar a su amante médico, algo que parece no costarle demasiado aunque la veamos llorar. Para llorar ha sido el plan de Kyle sobre la fuga, y es que al hijo del Presidente le ha salido mal la jugada ya que BethAnn decidió contarle el plan a su padre. Lo que realmente nos sorprende es que luego vaya Gibson a "aliarse" con él, parece que quiere entretenerse un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario