"La sombra del diablo"
Interesante e intenso ha estado el sexto episodio y es que las cosas se están desbordando por todas partes. En el 2013 como Mercedes Dantes, la joven parece estar dispuesta a vengarse de los que le hicieron daño, y uno de los que tienen todas las papeletas es Enrique. Sorprendidos nos quedamos al ver como queda para comprar un arma igual de sorprendida que se queda ella cuando un mensaje aparece en su ordenador al buscar su nombre, María Fuentes. Ya nos podemos imaginar quién está detrás de esto.
De nuevo en 2001 donde pasa la mayor parte de la historia en esta primera temporada las cosas no están para nada calmadas. María se ha enfrentado duramente a su familia tras ver como todo son mentiras y ocultamientos. La fiesta a Tata Micaela, que no había ni porqué celebrar nada pero ya sabemos que a Luisa se le dan muy bien los montajes, ha sido la oportunidad perfecta. Para comenzar su tío Enrique no hace más que darle largas cuando le pregunta sobre el convento y Alfredo, luego ya para colmo decide preparar ella por su cuenta una sorpresa para sus padres. Sorpresa la que nos llevamos todos al ver como Luisa confiesa que adoptaron a María, pero la chica tenía algo mejor en mente, confesarle a todos los presentes que fue robada, lo que hace que Enrique se cabree y corte la fiesta y Francisco la echa de la casa. Sin palabras.
Lo más sorprendente de todo es el acto de que Francisco eche de casa a su hijo, puede que se siente tan arrepentido que por eso le deja la nota que demuestra que la compraron, y es que su día no ha sido nada fácil. La maldad de Enrique parece que no tiene fin y no duda en utilizar a su cuñado como otras tantas veces ha hecho, y es que hemos descubierto que Francisco firma papales y hace lo que le piden sin saber lo que es, y ya se ha cansado el juez aunque sea tarde. Pero Enrique no se cansa y no duda en hacer lo que haga falta para conseguir esos documentos que ahora posee Alfredo, por eso le ofrece un buen puesto en el extranjero y hace que Sor Antonia se vaya a otro convento bastante lejos.
Amparo no lo está pasando bien ya que han ido a amenazarla de muerte por culpa de las deudas de Curro. A la hermana de María no le ha quedado otra que ir a beneficiarse a Bruno entre drogas y cobrarle a traición, para colmo el primo ha sido despedido por su padre ahora que ya no hay documentos. La parte positiva es que ve como su madre parece que se va a curar ya que está ingresada en la clínica que ha encontrado María, pero la felicidad no dura mucho ya que Fernanda tiene cirrosis. La vida no ha sido justa con ninguna de las dos.
A pesar de que se piensan que ha sido provocado, el atropello que termina con Roberto ha sido un accidente, por lo que ahora Juan y María se tienen que poner a buscar los documentos como locos y con la ayuda de Pablo, algo que no siente muy bien al abogado, a pesar de que es él quien se lleva a la chica. Tras el fracaso de su ponencia de hace unas semanas ahora tiene la oportunidad de hablar mediante una entrevista, pero debido a los años que han pasado no le interesa al periodista. Ahí es cuando vemos como Juan cambia y está dispuesto a contar algo que le interese al otro hombre y pueda salir la noticia en el periódico, por lo que será algo relacionado con la familia de María, lo que puede terminar con su romance.
De nuevo en 2001 donde pasa la mayor parte de la historia en esta primera temporada las cosas no están para nada calmadas. María se ha enfrentado duramente a su familia tras ver como todo son mentiras y ocultamientos. La fiesta a Tata Micaela, que no había ni porqué celebrar nada pero ya sabemos que a Luisa se le dan muy bien los montajes, ha sido la oportunidad perfecta. Para comenzar su tío Enrique no hace más que darle largas cuando le pregunta sobre el convento y Alfredo, luego ya para colmo decide preparar ella por su cuenta una sorpresa para sus padres. Sorpresa la que nos llevamos todos al ver como Luisa confiesa que adoptaron a María, pero la chica tenía algo mejor en mente, confesarle a todos los presentes que fue robada, lo que hace que Enrique se cabree y corte la fiesta y Francisco la echa de la casa. Sin palabras.
Lo más sorprendente de todo es el acto de que Francisco eche de casa a su hijo, puede que se siente tan arrepentido que por eso le deja la nota que demuestra que la compraron, y es que su día no ha sido nada fácil. La maldad de Enrique parece que no tiene fin y no duda en utilizar a su cuñado como otras tantas veces ha hecho, y es que hemos descubierto que Francisco firma papales y hace lo que le piden sin saber lo que es, y ya se ha cansado el juez aunque sea tarde. Pero Enrique no se cansa y no duda en hacer lo que haga falta para conseguir esos documentos que ahora posee Alfredo, por eso le ofrece un buen puesto en el extranjero y hace que Sor Antonia se vaya a otro convento bastante lejos.
Amparo no lo está pasando bien ya que han ido a amenazarla de muerte por culpa de las deudas de Curro. A la hermana de María no le ha quedado otra que ir a beneficiarse a Bruno entre drogas y cobrarle a traición, para colmo el primo ha sido despedido por su padre ahora que ya no hay documentos. La parte positiva es que ve como su madre parece que se va a curar ya que está ingresada en la clínica que ha encontrado María, pero la felicidad no dura mucho ya que Fernanda tiene cirrosis. La vida no ha sido justa con ninguna de las dos.
A pesar de que se piensan que ha sido provocado, el atropello que termina con Roberto ha sido un accidente, por lo que ahora Juan y María se tienen que poner a buscar los documentos como locos y con la ayuda de Pablo, algo que no siente muy bien al abogado, a pesar de que es él quien se lleva a la chica. Tras el fracaso de su ponencia de hace unas semanas ahora tiene la oportunidad de hablar mediante una entrevista, pero debido a los años que han pasado no le interesa al periodista. Ahí es cuando vemos como Juan cambia y está dispuesto a contar algo que le interese al otro hombre y pueda salir la noticia en el periódico, por lo que será algo relacionado con la familia de María, lo que puede terminar con su romance.
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