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viernes, 11 de abril de 2014

Crónica Aída 10x30

"Máximo Riesgo"

Si no conocían la ampliación de capítulos cuando estaban redactando éste, mucho me da que el no me va a gustar, ya que en teoría éste era el penúltimo capítulo de la serie y en teoría el último ya está rodado. Vamos que probablemente iba a ser todo solucionado a toda prisa en el final de serie.


Bastante nos han mostrado en los últimos capítulos como avanzaba en algo la relación entre Paz y Luisma. Expectantes nos quedábamos la semana pasada cuando descubríamos que le habían robado la maleta al gracioso de los García y que Paz se iba a poder declarar de nuevo, pero sorprendentemente Luisma ha arreglado sus problemas con Ainhoa. Cuando la de la tetería se entera de que los del aeropuerto han encontrado la maleta pronto corre a tratar de ocultarle la carta al amor de su vida, de hecho lo consigue. No entendemos porqué si todos sabemos que si Luisma lee esas palabras no se lo va a pensar para cortar con la otra, pero nada. Ahora solo nos queda esperar para ver que hace Simón ya que la ha reconstruido después de que su hermana la rompa en pedazos.


Todos los que hayan seguido la última semana saben quién es Riesgo, ese policía sin sentido del humor y que quita gracia al capítulo al que Mauricio ha puteado, para que andarnos con rodeos, pues resulta que ha planeado una "gran" venganza contra el tabernero. Su plan consigue en secuestrar a Eulalia y de hecho lo consigue, pero todo se tuerce. Macu ve al ex policía fuera del bar y le piden ayuda, prometiendo Mauricio contar la verdad sobre el pasado para que recupere su puesto. Se podía tratar de una de otras tantas mentiras del tabernero, pero Riesgo le cree y hace el papel de su vida en el piso donde está la mujer ya que la han descubierto, pero le descubren a él fingiendo. Sorprendentemente Mauricio no se chiva a la policía de lo que ha hecho el otro ya que Eulalia ha comenzado a andar y todo gracias a la rehabilitación que le ha proporcionado. Puede que por fin Mauricio haya hecho algo bueno, que no compensa con celebrar la ruptura de su sobrina con Machu.


Un intento de relleno de trama es lo que concierne al resto de personajes. Por una parte están Jonathan y Fidel. El ya no tan macarra del barrio se ha quemado las manos y no puede lavarse el pelo, por lo que es su amigo Fidel el que le tiene que hacer el favor ya que nadie más está dispuesto. La sorpresa se la lleva el García cuando está a punto de representar un anuncio erótico de champú gracias al lavado de Fidel, cosa que le preocupa al chaval porque piensa que pueda ser gay, cosa que le atemoriza cuando nadie más le lava el pelo como el hijo de Chema.


Y hablando de Chema, no es de extrañar que se la cuelen en una tienda para que se compre una moto en vez de la bicicleta que iba buscando, ya sabemos que puede ser muy intelectual y todo eso pero a la hora de enfrentarse a la vida es más bien tonto, a veces dudo de que Luisma sea más listo. Como Soraya no está a favor de las motos pronto se la oculta, pero termina descubriendo a un motero que sorprendentemente la pone. Aquí es donde entra el Chema-patético poniéndole notas falsas de amor a su prometida para ver si le pone los cuernos, cosa que todo el mundo ve patética ya que con quién fantasea Soraya es con él. Eugenía tiene toda la razón cuando le suelta esa palabra a la cara.

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