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viernes, 18 de abril de 2014

Crónica Aída 10x31

"Caravana Carenina"

Si no me equivoco, éste es uno de los 7 capítulos extras de la serie y si pensábamos que al tener unos cuantos más episodios las cosas iban a cambiar estábamos equivocados, los buenos capítulos hace unas dos o tres semanas que se terminaron, ahora hemos vuelto a asistir a una Esperanza Sur de lo más habitual desde hace bastante tiempo.

Quizá lo que ha salvado el capítulo de un aburrimiento extremo ha sido Soraya. La hija mayor de Aída ha sufrido una gran crisis de ansiedad y ha estallado, por lo que su soso prometido le ha buscado ayuda psicológica, cosa de la que se arrepiente. El psicólogo la recomienda comenzar a decir la verdad en vez de decir cosas que agraden al resto, cosa que lleva haciendo desde hace mucho tiempo. Y aquí es donde comienza lo gracioso, una Soraya que nos gusta más que la edulcorada que nos aburre en muchas ocasiones, una lástima que no se haya quedado así para lo que resta de serie. Cuando le confiesa a Chema que no quiere sexo con él porque no le gusta como lo hace pronto comienzan las quejas de él hacia su amigo el psicólogo, que le soborna para que le recomiende otra terapia, que mejor que el sexo, pero Soraya pasa de decir la verdad a todas horas a tener sexo a todas horas, cosa de la que se cansa el tendero. Por lo que a Soraya no le va a quedar otra que volver a ser como era antes.


El dramón de Paz y Luisma parece que no se va a solucionar hasta el final de la serie. Tras haberse quedado sin recursos para el gran viaje que pretendían hacer los hermanos Bermejo, ambos deciden irse a un camping en caravana, pero ninguno tiene el carnet para pilotarla a si es que Macu encantada de acoplarse al plan para olvidar al barrendero. Si pensaban que las cosas iban a ir bien estaban equivocados, no tardan en perderse y para colmo se quedan tirados en medio de la nada, todo por culpa de Simón ya que se ha llevado un secador de peluquería para tener bien el pelo, ni Paz ni Macu se arreglan tanto. La sorpresa se la llevan cuando encuentran marihuana y no dudan en fumarse un porro. No tardan en surgir los efectos y creen ver un oso, pero ese oso es real y están cagados, pero no pasa nada porque ahí está super Macu que no duda en salir y enfrentarse al oso pardo, ganando la batalla y todo.


Sin nada nuevo la trama de Mauricio, es algo a lo que estamos habituados. Cuando una mujer de buen ver llega preguntando por las clases marciales que se anuncian en uno de los carteles no duda en decir que es él el profesor, todo para poder tener sexo gratis aunque se gasta unos quinientos euros en el material para que todo de el pego de escuela. La sorpresa se la lleva cuando descubre que las clases son para el hijo. Lo sorprendente de todo es que el chico descubre lo que quiere el tabernero y está dispuesto a sobornarse para que Mauricio lo haga con su madre, cosa que hacen todos sus profesores. Pero todo sale a la luz cuando la madre decide quedarse a una de las clases y le da una leche bien dada al niño.

Sin gracia ninguna asistimos a una nueva trama para Barajas. Las cagadas que comete como portero están a punto de costarle el puesto, pero promete ponerse las pilas para no ser despedido, pero comete aún más errores. A pesar de ello continúa allí como si nada. Ya podían hacer que volviera la Junca, que aunque ha salido en menos episodios tiene mucha más gracia que el amigo de Luisma. 

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