"Cuántico es agua pasada"
Viendo éste nuevo capítulo y siguiendo los pasados de ésta temporada estaría bien que la serie renovase por una sexta y última temporada para dejarlo todo bien cerrado porque parece que las tramas que nos mantenían atentos durante los 40 minutos del capítulo se han quedado en las temporadas pasadas, aunque hay que reconocer que ésta temporada también nos ha dado alguna trama nueva, como la desconfianza entre Neal y Peter, y puede que en capítulos futuros la cosa aumente.
A lo largo de éste capítulo hemos podido ver como Rebeca vuelve con Neal para ver el misterioso capítulo 13 del códice. Allí vemos como ambos se acercan mientras tratan de descubrir qué se esconde en el único capítulo 13 que escribió el autor y separando las hojas y juntándolas descubren el dibujo de una roseta. Con la de rosetas que habrá por Nueva York parece cosa difícil de encontrar, pues no, Neal la encuentra en pocos días y mientras trabaja para el FBI, tiene tiempo para todo. Ahora a saber qué se esconde ahí y que quiere el Holandés de todo esto.
Como Neal es muy polifacético y tiene que disimular un poco pues tiene que acudir a trabajar a la oficina del FBI. Aunque él intuye qué hacía David por allí cuando le asesinaron sus compañeros no saben nada, a si es que junto con Jones tienen que investigar y detener al hombre que se hace pasar por él. Parece hacerse pasar por agente parece no tener muy pocas luces y va haciendo lo que le da la gana sin miramientos, por lo que les viene de perlas a Jones y Neal que logran detenerlo. Como era de esperar no es el asesino, solo vio la placa y el arma y se aprovechó de ello, lo que si hace es darle una pista interesante, por allí cerca había una cámara de seguridad. Ya veremos si Neal no se las ingenia para borrar la parte en la que sale hablando con el Holandés.
Lo bueno de este capítulo sin mucha sustancia es que ha servido para darle algo de trama a Elizabeth, que últimamente estaba cayendo en el olvido. Cuando en la cena de aniversario se presenta la ex novia de Peter pronto comienzan a comérsela los celos, el hecho de que luego su marido no le diga que trabajan en un nuevo caso juntos lo hace mayor todavía. Investigando al sospechoso se dan cuenta de que los siguen y deciden hacerse una foto a lo selfie, que está muy de moda, para pillar la matrícula. Sorprendentemente, Elizabeth la ve y sus celos aumentan, por lo que con su amigo Neal van a seguirlos al hotel, pero allí se encuentra con un hombre que salía en otra foto y ya sabe que su maridito no le podía ser infiel, a si es que se la juega y se pone a ayudar sin que nadie sepa nada. Claro que pasa lo que pasa, Peter y la ex novia terminan maniatados en una de las habitaciones con el otro sospechoso con el que liguoteó la mujer del jefe del FBI y llega ella toda chula a rescatarlos, aunque por suerte todo sale bien.
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