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lunes, 5 de mayo de 2014

Crónica Velvet 1x11

"La visita"


Que la colección de Raúl gustó es algo innegable pero que no entra nadie a comprar uno de sus trajes más de lo mismo. Grandiosa es la sorpresa que se lleva el diseñador al enterarse de que la Princesa de Mónaco está por Madrid y no duda en mandarle uno de sus diseños. El vestido no termina en la basura de milagro y la joven decide ir, eso sí no se tiene que enterar nadie. Tensión en las galería todo el santo día hasta que llega la actriz retirada para el desfile privado con pocos de los empleados presentes. Una vez más los diseños de Raúl gustan, pero no son aptos para una princesa por lo que se va tal y como llegó. Eso sí, la joven no sale con el mismo silencio con el que entró ya que la prensa se ha hecho eco de la visita. Nada más ni nada menos que el excéntrico Raúl es quién llama a los periodistas, como no, para engordar un poco más su ya de por si gran ego.

Después del ataque que sufrió Don Emilio, Ana no se separa de su tío ni para ir al baño, por lo que los relevos le vienen muy bien al hombre ya que puede hacer más o menos lo que quiere. Lo que no se podía imaginar es que había uno de sus empleados que le iban a dar tanto la brasa, concretamente Pedro. El repartidor piensa en las palabras de su superior y no tarda en darse cuenta de que siente algo por Rita, de hecho la ve por todas partes. Esperemos que no nos tengan mucho tiempo remoloneando para que se junten ya que está visto que se atraen mutuamente.

Otros que se atraen pero van a estar al tira y afloja porque son cada cual más orgulloso que el otro son Clara y Mateo. La secretaria ha conseguido una prueba para un anuncio gracias a su admirador del desfile. Nos quedamos tan sorprendidos como Rita al ver que Clara ha conseguido el trabajo, pero el productor quiere lo que quiere y no tarda en ir a por ello. Clara no está dispuesta a acostarse con nadie para conseguir lo que quiere, como mucho se insinúa y muy bien, de ahí que Mateo esté tan pillado de ella y no dude en cruzarle la cara al productor una vez que Rita le ha contado de malos modos todo lo que hizo ese hombre con su hermana.

La historia de Doña Blanca y Max parece que va para rato y mucho nos tememos que va a pasar algo. Con el dependiente pasando el rato parece que se le olvida que su hija la ha abandonado. Quién nos iba a decir al principio de la serie que se iba a soltar la melena e irse de noche a tomar unas copas y se iba a reír con un hombre más joven que ella. Está claro que nos quieren vender esta historia algo más despacio que el resto, pero es la que menos interés tenemos en ver.

Por primera vez en lo que llevamos de serie, Cristina ha sentido celos por otra chica, pero no por Ana. Ante el paripé frente al cura, los prometidos han jugado al juego de la verdad y Cristina le ha preguntado a Alberto el motivo por el que su padre le mandó al extranjero hace años. Ni que decir tiene que puso a la chica por las nubes y a Cristina casi le da algo, pero el otro se encarga de decir que es una historia del pasado. No tan pasado y puede que retomen la aventurilla ahora que Ana ha encontrado las cartas de hace años que Alberto le mandaba desde el extranjero, cartas que encuentra ya que se pasa por ahí lo que le dice su tío de que si le pasa algo habrá la caja metálica, pero ya sabemos que acostumbra a hacer lo que le da la gana.

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