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lunes, 17 de febrero de 2014

Crónica La Que Se Avecina 7x10

"Un topo, un torero león 
y un espetero a la fuga"

Las cosas por Montepinar no han estado tranquilas durante éste capítulo, ha sido algo caótico para los vecinos y un poco bajo para los espectadores que queremos que vuelva la chispa de los capítulos de mitad de temporada.

A Berta se le ha ido por completo la cabeza desde que se lió con Araceli. Cuando se entera de que la niña de Javi y Lola por fin tiene nombre, Úrsula, no se le ocurre nada mejor que presionarlos para que la bauticen y no viva en el fuego perpetuo. Cuando Vicente se quede dormido en el banco tras ver que ahora el bar lo ocupan sus vecinas, Berta ve la oportunidad perfecta de secuestrar a la niña y tener en un sin vivir a la familia, menos a Estela y Lola no vaya a ser que maten a los hombres. Aún cediendo para bautizarla, Berta no está dispuesta a entregar a la niña hasta que sea bautizada, se le ha ido por completo la cabeza, aunque consigue su recompensa. Pero mientras está en su casa, la ya no tan religiosa vecina, ha dado de comer a Maite y Ojos de pollo, que le roban comida mientras no está presente, muy gracioso Amador Jr. Luego Berta incluso se lanza a Maite para vivir una tórrida aventura en el primero, pero ella no acepta a pesar de querer seguir yendo para poder comer de gorra. Ya veremos si se sube algún día de estos y le sigue el rollo para tener un buen techo, aunque sin acostarse.

La llegada de Matthew supone una oportunidad para Enrique, que le manda a infiltrarse en el ático para ver que pasa con Judith, que está insoportable. Quién le iba a decir al concejal la que se le avecinaba. Como no domina bien el idioma y oye a escondidas, interpreta las palabras de Rebeca como que siente algo por su gran amigo español, cosa que no tarda en contar y Enrique parece estar encantado. Tenemos un momento ascensor entre Enrique y Rebeca que muchos de los fans vimos como un guiño a ANHQV, donde ambos vuelven a besarse tras detenerse el elevador. Este acto no sienta muy bien a la pelirroja, que tras haberle comido la cabeza Raquel y Nines con que tienen algo lo ve como un claro indicio, y cuando los ve hablando por separado por el móvil ya lo remata y se lo echa en cara a la amiga. Lo peor de todo no es la paranoia que se monta Judith, ya que la tiene porque sigue sintiendo algo por su marido, sino que después de que los leones-huevones le coman la cabeza a Matthew con que su ex cuñada quiere algo con él, por eso de pasearse casi en pelotas por la casa, él se lanza y tienen merengue. Ésta chica está muy perdida, ya veremos cómo acaba todo con Enrique porque no le ha sentado bien, a pesar de que está a ver quién de las dos del ático le hace caso, a pesar de que se le cuela el nombre de Araceli de por medio.

La boda de Fermín y Estela me la esperaba más extravagante, para que mentir, por el contrario me ha resultado algo sosa y aburrida con lo que es la musa del destape. Estela ha chantajeado al padre Alejandro por no haber aceptado su propuesta oral y denunciarle por acoso y tener las de ganar tal y como están las cosas en la iglesia. Fermín está aterrado cuando Lola tiene una propuesta de trabajo en Colombia y se tiene que ir, ya no siente la necesidad de casarse, por lo que en la despedida de soltera cuela a un gigoló para que se tire a su futura ex mujer, cosa que no sale bien porque por sorprendente que parezca, Estela quiere ser fiel. Visto lo visto, ya solo queda hacer una falsa llamada para fingir se los de la telenovela de Lola que también la quieren a ella. Aquí es dónde ya vemos a la auténtica Estela que quiere dejar al espetero para conquistar las américas, pero por suerte o por desgracia, Lola le habré los ojos y hace que la boda siga adelante. Al final, cuando el cura revela lo del bautizo, visto que todos cargan con Javi, él explota y revela todo lo que ha hecho su suegro.

Lo que más me ha gustado de la trama de Antonio y Amador ésta semana ha sido la crítica hacia la tauromaquia. La llegada de Flora (interpretada por Cristina Pedroche) como la nueva alquilada de Berta, pone patas arriba los sentimientos de dos de los vecinos. Si uno quiere darle salami a la nueva el otro tiene más ganas. No tardan en presumir de todo lo que Flora ve como algo increíble, pero al final es Antonio el que parece ganársela por el famoso centollazo. Como Amador no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados, pronto la lleva a ver como libera los toros, aunque éste acto le hace perder un testículo. Al final es Antonio el que consigue llevársela a la cama por haber liberado a los toros antes de que se produzca una corrida, pero todo se va al traste cuando Coque llega con las entradas que le vendió el pescadero para que le devuelva el dinero por no haber habido nada. Ésta trama ha sido criticada por los amantes de los toros ya que ven el tema como un "arte", pero sin duda, estamos con la crítica que se le hace a ese acto en éste episodio ya que no veo "arte" en la tortura de los toros. Como bien critican los vecinos, si no torturas a un perro u otro animal, no hay porque torturar a un toro, no han nacido para ello.


A partir de esta semana, La que se avecina pasa a emitirse en la noche de los MIÉRCOLES a las 22:30

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