"Fuera de la sartén"
A Neal no se le han puesto las cosas fáciles cuando tiene que salvar a su mejor amigo y enfrentarse a su nuevo supervisor. Digamos que el rubiales de David, así es como se llama el nuevo jefe del delincuente, le dora la píldora para poder tenerle de su lado, lo que no sabe es que Neal sabe calar muy bien a la gente y lo pilla a la primera.
El nuevo caso nos dejaba con un nuevo delincuente con grandes sumas de dinero que está a punto de ser pillado. Lo que no sabe nadie es que se trata de Mozzie, salvo Neal claro está, que no duda en ayudarlo. Una explosión hace que todo quede en el olvido y el caso esté a punto de darse por cerrado, ni si quiera Diana, que está algo insoportable, puede hacer nada por evitarlo aunque no le cuadren mucho las cosas.
Diana, a pesar de que no puede debido a su embarazo, se pasa por el forro las órdenes y acude a revisar la escena del incendio, dónde descubre demasiadas alcantarillas juntas y no duda ni un momento en bajar por una de ellas, donde encuentra a Mozzie. Aprovechando que se pone de parto, el delincuente está a punto de huir, pero debido a la "amistad" que tienen no la puede dejar allí tirada y se convierte en el comadrero de la agente de policía.
Dejando el caso cerrado, donde descubren la verdadera identidad de Mozzie, Peter no parece fiarse demasiado de Neal, ya lo vimos en la recta final de la pasada temporada y en el inicio de la actual. Ahora se ha dedicado a insistir al nuevo de la comisaría para ver si su amigo contaba la verdad acerca del retrato del falso Mozzie, pero con el buen ingenio de Neal no le cuesta nada fingirlo todo y salirse con las suyas. Cuando se deja el sombrero en la oficina no duda en buscarle a través de la tobillera e ir a la planta donde están las pruebas, pero Neal sale sin ser visto tras haber dado unos pasos de baile para entrar allí. Esta claro que estos dos estarán jugando al ratón y al gato durante unos cuantos episodios ya que Peter no se fía de Neal y éste sabe muy bien lo que pasa.
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